30 de julio de 2017

El arte contemporáneo al servicio de fuerzas oscuras y financiado con nuestros impuestos

Empezaron con Edward Munch, continuaron con el feismo del Expresionismo alemán, prosiguieron con lo soez del inconsciente freudiano a lo que llamaron Surrealismo. Ahí empiezan a obligarnos a adorar retretes y fluidos corporales. Después tenemos el frívolo arte Pop, con su estética chillona cutrelux de Sepu de eskai rojo ( esa que le chifla a Almodóvar ). Y la gran novedad del final del siglo XX es el "arte de la performance", una gesticulación egotista con su sacerdotisa satánica Abramovic y su Spirit cooking, donde alude directamente a beber sus pócimas de sangre y esperma fresco de la mañana, tal y como lo escribe ella misma sobre la pared en el templo de la satánica mafia jázara: el MOMA,cuya directora es invitada todos los años al Grupo Bilderberg

El propósito es hacernos contemplar obras llenas de angustia, fealdad, egos desesperados y que han perdido el rumbo, obras hechas con basura, heces,orina y rituales satánicos con sangre y esperma fresco. Y todo esto se hace con el apoyo de las instituciones estatales, financiadas con dinero público en connivencia con las mafias bancarias de la alta magia financiera.

Pregúntense por qué todos los bancos tienen colecciones de arte. ¿Desde cuándo los bancos se interesan por el arte? Desde que ese juego les permite enriquecerse fácilmente, colaborando a nuestra destrucción.

Debemos dejar de comprar sus mentiras y exigir que nuestro dinero público se gaste en base a valores morales elevados y respetuosos.


Pilar Baselga